Dijo Tales de Mileto, que era un señor muy listo, que el agua era el principio de todo. No tiene nada que ver con este post, pero esto del agua me ha recordado a la fantástica película de Kubrick Teléfono rojo, volamos hacia Moscú
En fin. Estaba con lo del agua, que era el principio de todo. También fue el principio de todo para Elinor Ostrom, recientemente nombrada Premio Nobel de Economía. Sus teorías se basan en la gestión de lo común, y todo parte de su tesis. Ostrom se fijó en la gestión del agua dulce en California y - concrétamente - sobre como unos cuantos ciudadanos protegieron ese bien común y se unieron para evitar las filtraciones de agua salada en las aguas subterráneas. Lo que decía al principio: gestión de lo común, y una propuesta: que a nivel local lo hagan los propios ciudadanos. Por cierto, para sus estudios sobre el agua se fijó en el Tribunal de las aguas de Valencia.
Anécdota a parte, Steven Levitt (que es otro señor que sabe mucho) ha dicho: "los economistas odiarán más este premio de lo que los republicanos han odiado el de Obama". Y ahí estamos con la dichosa polémica. La palabra que se usa para todo. Para hacer ese periodismo de la inmediatez, de la poca reflexión, en definitiva del titular. Se ha abusado tanto de esa palabra que ya no nos dice nada, su constante repetición en los medios nos ha inmunizado. Pero, pese a todo, aun no ha perdido el poder de ensombrecer lo que interesa. Si, será polémico que le den en Nobel a Obama. Si, será polémico que se lo den a esta señora y que sea una señora (qué culpa tiene la pobre). Fijémonos en el fondo, en sus teorías y luego comparemos y juzguemos.
En cuanto a lo de la polémica acordémonos de la madre que parió al primer periodista que soltó "ha saltado la polémica" y hagamos un ejercicio: Póngase en el buscador de noticias de Google la palabra polémica. Los resultados son infinitos. Sustitúyase la palabra "polémica" por chorrada y divirtámonos un poco. Que no se diga: una diversión sana, para toda la familia y que conlleva poco gasto.
En fin. Estaba con lo del agua, que era el principio de todo. También fue el principio de todo para Elinor Ostrom, recientemente nombrada Premio Nobel de Economía. Sus teorías se basan en la gestión de lo común, y todo parte de su tesis. Ostrom se fijó en la gestión del agua dulce en California y - concrétamente - sobre como unos cuantos ciudadanos protegieron ese bien común y se unieron para evitar las filtraciones de agua salada en las aguas subterráneas. Lo que decía al principio: gestión de lo común, y una propuesta: que a nivel local lo hagan los propios ciudadanos. Por cierto, para sus estudios sobre el agua se fijó en el Tribunal de las aguas de Valencia.
Anécdota a parte, Steven Levitt (que es otro señor que sabe mucho) ha dicho: "los economistas odiarán más este premio de lo que los republicanos han odiado el de Obama". Y ahí estamos con la dichosa polémica. La palabra que se usa para todo. Para hacer ese periodismo de la inmediatez, de la poca reflexión, en definitiva del titular. Se ha abusado tanto de esa palabra que ya no nos dice nada, su constante repetición en los medios nos ha inmunizado. Pero, pese a todo, aun no ha perdido el poder de ensombrecer lo que interesa. Si, será polémico que le den en Nobel a Obama. Si, será polémico que se lo den a esta señora y que sea una señora (qué culpa tiene la pobre). Fijémonos en el fondo, en sus teorías y luego comparemos y juzguemos.
En cuanto a lo de la polémica acordémonos de la madre que parió al primer periodista que soltó "ha saltado la polémica" y hagamos un ejercicio: Póngase en el buscador de noticias de Google la palabra polémica. Los resultados son infinitos. Sustitúyase la palabra "polémica" por chorrada y divirtámonos un poco. Que no se diga: una diversión sana, para toda la familia y que conlleva poco gasto.
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