¿Por qué abrir cuentas corrientes para Haití? A veces nos gusta demasiado ver los problemas de fuera. Somos demasiado condescendientes con los que están a miles de kilómetros. Aquí tenemos un importante colectivo de personas que lo está pasando mal. Ellos son los promotores. Ahora se encuentran con un problema de tres pares de narices: una deuda abultada de la que sólo los intereses que genera ya asusta (15 millones de euros), y un mercado a la baja. Un colectivo de seres humanos que en plena fiesta del hormigón vendía inmuebles a unos precios nada módicos (aunque los españolitos los podían asumir) dignos de una economía de champions league (según un presidente que aprendió economía en dos o tres tardes) y amparados por una legislación mediante la cual el chocho les hacía palmas.Al final el que no la hace la paga...la pagarán los de siempre, los trabajadores de un sector que no va a despegar en años y que ven que eso de la sostenibilidad no acaba de llegar. Pues nada, cuando acaben con lo que cobran del paro y se acojan a lo de los 420 euros que arrinconen unas monedas para apadrinar a un pobre promotor.
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